domingo, 28 de septiembre de 2008
Homo sentimentalis.
La religión judía impone la ley a los fieles. Esa ley pretende ser accesible a la razón (el talmud no es más que un constante análisis mediante la razón de las prescripciones establecidas por la Biblia) y no exige una especial sensibilidad para lo sobrenatural, un especial entusiasmo ni una llama mística en el alma. El criterio del bien y el mal es objetivo: se trata de entender la ley escrita y de obedecerla.
El cristianismo puso este criterio patas arriba: ¡ama a Dios y haz lo que quieras!, dijo San Agustín. El criterio de lo bueno y lo malo se situó en el alma del individuo y se convirtió en subjetivo. Si el alma de éste o aquél está llena de amor, todo es correcto: ese hombre es bueno y todo lo que hace es bueno.
Lutero dice: el amor se antepone a todo, incluso al sacrificio y a la oración. De eso deduzco que el amor es la mayor virtud. El amor nos hace inconscientes para lo terrenal y nos llena de lo celestial, el amor nos libra así de la culpa. En la conviçción de que el amor nos hace inocentes radica la originalidad del derecho europeo y su teoría de la culpabilidad, que toma en consideración los sentimientos del acusado: si matan a alguien a sangre fría y por dinero, no tendrán disculpa; si lo matan porque los ha ofendido, su enfado será para ustedes una circunstancia atenuante y recibirán un castigo menor; y si lo matan por un amor desgraciado o por celos, el jurado simpatizará con ustedes.
El homo sentimentalis no puede ser definido como un hombre que siente (porque todos sentimos), sino como un hombre que ha hecho un valor del sentimiento. A partir del momento en que el sentimiento se considera un valor, todo el mundo quiere sentir; y como a todos nos gusta jactarnos de nuestros valores, tenemos tendencia a mostrar nuestros sentimientos.
La transformación del sentimiento en valor se produjo en Europa ya a lo largo del siglo 12: los trovadores que cantaban su inmensa pasión por una amada e inalcanzable señora les parecían tan admirables y hermosos a quienes los oían que todos querían, a semejanza de ellos, parecer víctimas de un indomable impulso del corazón.
Nadie desenmascaró al homo sentimentalis con mayor agudeza que Cervantes. Don Quijote decide amar a cierta moza, de nombre Dulcinea, y ello a pesar de que casi no la conoce (lo cual no nos sorprende, porque ya sabemos que cuando se trata de amor verdadero, el amado importa poquisímo). En el capítulo veinticinco del primer libro va con Sancho a unas montañas desiertas, en las que quiere enseñarle la grandeza de su pasión. Pero ¿cómo puede demostrarle a otro que arde una llama en su alma? Y ¿cómo demostráselo además a un ser tan ingenuo y obtuso como Sancho? Así es como Don Quijote se desnuda en un sendero del bosque, se queda sólo en camisa, y para mostrarle al sirviente la inmensidad de su sentimiento empieza a dar vueltas de carnero delante de él. Cada vez que se pone cabeza abajo, la camisa se le escurre hasta los hombros y Sancho ve su sexo en movimiento. La visión del pequeño miembro virginal del caballero es tan cómicamente triste, tan desgarradora, que ni siquiera Sancho, que tiene un alma curtida, es capaz de seguir observando aquel teatro. monta en Rocinante y se marcha a la carrera.
Es parte de la definición de sentimiento el que nazca en nosotros sin la intervención de nuestra voluntad, frecuentemente contra nuestra voluntad. En cuanto queremos sentir (decidimos sentir, tal como Don Quijote decidió amar a Dulcinea) el sentimiento ya no es sentimiento, sino una imitación del sentimiento, su exhibición. A lo cual suele denominarse histeria. Por eso el homo sentimentalis (es decir, el hombre que ha hecho del sentimiento un valor) es en realidad lo mismo que el homo hystericus.
Lo cual no signifca que el hombre que imita un sentimiento no lo sienta. El actor que desempeña el papel del viejo rey Lear siente en el escenario, a la vista de todos los espectadores, la tristeza de un hombre abandonado y traicionado, pero esa tristeza se esfuma en el momento en que termina la función. Por eso el homo sentimentalis, que con sus grandes sentimientos nos avergüenza, acto seguido nos deja pasmados con una inexplicable indiferencia.
Milan Kundera. "La Inmortalidad".
lunes, 15 de septiembre de 2008
Cacerolas de teflón
http://www.goear.com/listen.php?v=6cb25f3
Letra y música: Ignacio Copani
No te oí… En los días del silencio atronador.
No te oí junto a las madres del dolor,
no sonaste ni de lejos, por los chicos, por los
viejos… olvidados.
No te oí… Puede ser que ya no estoy oyendo bien,
pero al borde de las rutas de Neuquén,
no te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro.
Y entre nuestros cantos desaparecidos
yo jamás oí el sonido de tu tapa resistente,
que resiste comprender que hay tanta gente
que en sus pobres recipientes solo guarda una ilusión.
Cacerola de teflón, volvé al estante,
que la calle es de las ollas militantes…
Con valiente aroma de olla popular.
Cacerola de teflón, a los bazares,
o a sonar con los tambores militares…
Como tantas veces te escuché sonar.
No te oí… Cuando el ruido de las fábricas paró,
cuando abril su mar de lágrimas llenó.
No te oí con los parientes del diciembre
adolescente… asfixiado
No te oí… Puede ser que mis orejas oigan mal,
pero nunca te he sentido en la rural,
reclamar por el jornal de los peones yerbateros,
por la rentabilidad de los obreros,
por el tiempo venidero, por que venga para todos.
No te oí ni te oiré porque no hay modo
De juntar tu avaro codo con mi abierto corazón.
Cacerola de teflón, volvé al estante…
De los muebles de las casas elegantes
Que las cocineras te van a extrañar.
Cacerola de teflón, a los bazares
O a sonar en los conciertos liberales
Como tantas veces te escuché sonar.
No te oí … En el puente de Kosteki y Santillán
No te oí por el ingenio en Tucumán
No te oí en los desalojos, ni en los barrios inundados
… de este lado.
No te oi… En la esquina de Rosario que estalló
cuando el angel de la bici se cayó…
Y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida.
Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo
por un joven sin trabajo, a la deriva.
Debe ser que desde arriba, desde los pisos más altos
no se ve nunca el espanto y las heridas.
Cacerola de teflón, volvé al estante…
Yo me quedo en una marcha de estudiantes
donde vos nunca supiste resonar.
Cacerola de teflón, a los bazares
O a llenarte de los más ricos manjares
Que en la calle no se suelen encontrar.
Cacerola de teflón andá a c…ocinar
domingo, 31 de agosto de 2008
RadioCine "Yil Cruzó y Hércules Pierrot en Las Pinturas de Berni ¿donde están?"
Los Intérpretes:
- Relator 1:- Juan Leis
- Relator 2:- Gastón Julis
- Viviana:- Julieta Buktenica
- Yil Cruzó:- Juan Leis
- Pierrot:- Juan Leis
lunes, 25 de agosto de 2008
Luego de 56 años de hambre de gloria, la primera dorada de Beijing 2008
lunes, 11 de agosto de 2008
Docente el alma del engranaje del conocimiento...
Y por que digo países hermanos, bueno hoy es 08-08-08 a las 20:08 y 8 seg. Y se realizo una estupenda organización que reúne a los deportistas más destacados de todas las latitudes. ¿Para que se crea el juego olímpico?, justamente para crear una competición sana que reúna, unifique y agrupe a todas las razas del mundo, para participar de un evento entro todos. Para crear un vínculo de paz por un medio lúdico, para que cada persona por medio del juego sonría y aplauda que son los gestos más milenarios que existieron y que con lo mismo que se sonríe y aplaude también se puede abrazar y besar…
Laura, gracias por tu comentario, acabo de abrir esta nueva entrada publicando en forma de texto lo que dije en el programa. Saludos atte...
sábado, 5 de julio de 2008
"Tijereta Vizcacha el terror de las muchachas"
De Nélida de Mendoza (Nelly Ortiz) y Adolfo Marzorati
Fragmento de radioteatro
Versión teatral en dos actos.
Fragmento del cuadro sexto, primer acto.
La acción se desarrolla en el patio de la estancia El Castillo.
TIJERETA – (Entra cantando)
Tengo una china petisa
Como tapita ´e bidú.
El cogote de avestruz,
La nariz de remolacha,
Y tiene el andar ligero
Lo mismo que “cucaracha”…
(entra Nicanor)
NICANOR – Oiga, mozo… A Ud. Le hablo.
TIJERETA – (Sigue cantando)
Cuando salgo los domingos
Con mi china pal poblao…
NICANOR - ¿Es sordo o se hace el loco? (lo zamarrea)
TIJERETA – a mi no me manosee, ¡eh! Que soy Tijereta canejo, de la estancia de Los Priscos, conocido en todas partes por un criollo muy arisco!
NICANOR - ¡No te hagas el malo! ¡Que yo soy Nicanor Funes, domador, cantor y zapateador, el mejor de 10 leguas a la redonda!
TIJERETA – Y yo soy Tijereta canejo, de la estancia La Pelada, conocido en tuitas partes por el hijo la Recalcada; cantor, domador, versiador, zapateador, malambeador, surtidor y macaneador.
NICANOR – Basta de tanta alharaca, y contésteme ligero dónde estaba usted hace un rato.
TIJERETA – Conversando con una moza.
NICANOR - ¿Con que moza?
TIJERETA - ¡Asunto privados, amigo!
NICANOR - ¡Yo no soy su amigo!
TIJERETA - ¡Eso ya lo sé! Si fuera amigo, no me andaría trabajando la mercadería…
NICANOR - ¡Gaucho atrevido! (Amaga)
TIJERETA - ¡Vení, vení! ¡ Te vía encajar un guachazo que vas a pedir más agua que chacarero en tiempo ´e seca!
(Entra Jacinta)
JACINTA - ¿Qué es eso, caballeros? ¡Por favor, no se peleen!
NICANOR - ¡Es que éste es un atrevido, y la viá dar su merecido!
JACINTA - ¡No, por Dios, Nicanor, sosiéguese!
TIJERETA - ¡Qué me voy a calmar! ¡Si estoy más nervioso que italiano que le han robado la pipa! (Atropella) ¡Mondongo! ¡Digo, mandinga!
JACINTA - ¡Por favor, Nicanor! ¡Hágalo por mí, váyase! No vale la pena que se pierda.
TIJERETA – Si se pierde lo buscamos.
JACINTA – (Grita) ¡Cállese!
TIJERETA - ¡Pá los patos! ¡Que pulmones!
NICANOR – Sí, Jacinta, mejor que me vaya. (A Tijereta) Pero con usted ya nos vamos a topar. (Sale)
TIJERETA – Cuando quiera, donde quiera, y en el lugar que prefiera… Pa eso soy Tijereta canejo, de la estancia Pichirica, conocida en todas partes por el que nunca se achica.
JACINTA - ¡Mire que había sido nervioso, eh1
TIJERETA - ¡Es que por usté me estoy saliendo ´e la vaina, como cuchillo ´e mamao! ¿Por qué no me quiere un poquito?
JACINTA – Pero pa qué se gasta tanto; a lo mejor esta persona ya tiene dueño.
TIJERETA – No mueva tanto el acoplado que se va a ir a la cuneta… Mire, su usted me acepta pa novio se va a morir de embeleso, porque yo pa todos los días de la semana tengo variación de besos…
JACINTA - ¿Ah, sí? Explíqueme cómo es eso.
TIJERETA – Todos los lunes antes de salir pal trabajo me despido de mi novia con un besito en la frente…
JACINTA – No está mal. ¿Y el martes?
TIJERETA – Le doy un besito en los ojitos.
JACINTA - ¡Que romántico! ¿Y el miércoles?
TIJERETA – Le doy un besito en la nariz.
JACINTA - ¡Pero ese es un beso muy sonso!
TIJERETA – Y… es un beso de miércoles…
JACINTA - ¿Y el jueves?
TIJERETA – Ah, el jueves… Un besito en la trompita.
JACINTA – Eso es más lindo. ¿Y el viernes?
TIJERETA – El viernes… por acá, por la perita.
JACINTA - ¿Y el sábado?
TIJERETA - ¿El sábado? Por acá, por el cogotito…
JACINTA - ¿Por el cogotito?... ¿Y el domingo Tijereta?
TIJERETA – ¡El domingo no trabajo… Pero le aconsejo que me acepte y aproveche esta pichincha, porque yo soy pal amor, como burro pa la cincha!
Fin del primer acto.
Obra inédita
Estreno: 1964.
martes, 17 de junio de 2008
Cigarrillos Cimarrón
Cigarrillos Cimarrón. Publicidad con humor exclusiva de La Resaca de los Viernes.
sábado, 14 de junio de 2008
Historia de la radio
Son sonidos que estimulan la memoria y “decoran” los escenarios. No deben restringirse a los documentales o a los radioteatros sino que son muy útiles en todos los géneros radiofónicos. Por ejemplo, para los programas donde exista un especialista en autos antiguos, su comentario podría ir acompañado de los sonidos de esa maquina; un debate sobre educación, de los sonidos del patio de una escuela y la crónica de un accidente de tránsito podría atraer la atención de la audiencia mediante un chirrido de frenos.
Para aquellos sonidos que forman un fondo de la acción (tránsito callejero, batallas, lluvia, etc.) conviene la grabación previa al momento de la emisión. Por el contrario, para los sonidos que forman parte de la acción (el disparo de una pistola, el sonido de las copas en el instante del brindis, etc.) se recomienda la producción en el momento para evitar problemas de desfasaje temporal.
Aquí revelamos algunos secretos:
Qué hacer | Para producir sonido de | |
Sacudir piedras en un tambor | Tormenta | |
Romper un cajón de manzana | Romper una puerta | |
Caminar con tacos en un pasillo de edificio | pasos | |
Estrujar suavemente celofán cerca del micrófono | fuego | |
Repicar acompasadamente la dos mitades de una cáscara de coco | galope | |
Dar un golpe seco con la parte plana de una regla | disparo | |
Remover la paja de una escoba y hojas de diario | Maleza que se aparta | |
Dar golpes secos en un almohadón | pelea | |
Fregar un vidrio con un telgopor | frenada |

De la foto:
Se puede observar que en la primera foto aparecen una serie de cuadrados de maderas amarrados por un cordón sujeto a un marco cuadrado de madera. Esto servía para representar una caballería. Se pueden observar los cocos en mano de Ernesto Catalán, que sirven para representar el galope de un caballo (existe pues la artífice mano del artista que le da vida, como comentaremos más abajo sobre Udilio Tignanelli). En la siguiente foto, dos maderas rectangulares se usan para representar un disparo, variante de la regla explicada más arriba. Otro de los dispositivos interesantes es esa especie de rodillo que gira sobre un cuero para representar el zumbido del viento, la botella es otra variante de este sonido. Por último se observa una mini puerta y una bisagra para producir el efecto del rechinido de una puerta al cerrarse.
Los especialistas del sonido:
“Siempre es mejor la representación de un sonido que el sonido exacto. Uno puede figurar el ruido de una taza que se apoya con otros elementos y ese ruido es, artísticamente, superior al de la verdadera taza apoyándose” reflexiona Ernesto Catalán.
Llegó a la radio de la mano de su tío Nicolás Catalán, de él aprendieron Ernesto y sus hermanos todavía de pantalones cortos, a comienzos de la década del ´50 y empezó a descubrir, aunque todavía no entendiera el concepto, que lo verosímil es más importante que lo real. Puertitas de madera que reemplazaban a las grandes; dos mitades de coco con cascabeles que simulaban un sulky; tiras de papel para semejar pasos en la selva, le abrieron un camino de fantasía que viene recorriendo hace décadas.
El mismo Ernesto Catalán evoca a otro especialista, Udilio Tignanelli: “Trabajaba con cuatro platos, ponía la música; hacía los efectos y abría los micrófonos con una velocidad similar a las consolas computarizadas de hoy”.
Bibliografía consultada:
- Atorresi, Ana. Los géneros radiofónicos, antología. Bs. As, Colihue, 2005
- Ulanovsky Carlos, Merkin Marta, Panno Juan Jose, Tijman Gabriela. Días de radio 1920-1959. Bs. As, Emecé, 2004
Ganadores
Solo hay un detalle: siempre estan solos...
Radioteatro "Taxi Tango"
Con motivo del crecimiento del turismo denominado “Tanguero” ha aparecido una veta comercial para quienes dominan el arte de bailar el dos por cuatro. El “Taxi Dancer” más específicamente el “Taxi Tango”, es un nuevo oficio que está en crecimiento. Son bailarines que se alquilan a turistas como parejas de baile en las “milongas” porteñas…
Escuchalo también en blog de un operador
Gracias César!!